Abstract |
En las últimas décadas ha surgido una creciente demanda de seguridad en las sociedades más desarrolladas. Como consecuencia de ello, el Programa Estatal de I+D+i Orientada a los Retos de la Sociedad establece la "Seguridad de infraestructuras hidráulicas” entre las prioridades del “Reto en acción sobre cambio climático y eficiencia en la utilización de recursos y materias primas”. El presente proyecto se enmarca claramente dentro de esta prioridad.
En lo que se refiere a la seguridad hidrológica de presas, estos criterios se manifiestan, por ejemplo, en el aumento de los períodos de retorno de las avenidas de diseño. Como parte de esa revisión normativa, se exige en la actualidad a los titulares de infraestructuras hidráulicas la redacción e implantación de un plan de emergencia que contiene la descripción de los escenarios de avería grave y rotura, una estimación de sus consecuencias y un plan de medidas de aviso a la población. Este requerimiento choca con la escasez de herramientas fiables para la estimación del proceso de rotura de presas por sobrevertido y, por tanto, para el cálculo del hidrograma de rotura que es la base de la clasificación de la presa y de la implantación del plan de emergencia.
Actualmente, los programas de cálculo hidráulico de propagación de avenidas e estimación de las zonas inundables por rotura de presas implementan en sus códigos un hidrograma de rotura basado en modelos estadísticos de base empírica obtenidos a partir de datos históricos de roturas, sin tener en cuenta las características propias de cada presa. Por tanto, los hidrogramas de rotura que se manejan actualmente se adaptan poco a la realidad
del fenómeno que los desencadenan. Al no tenerse en cuenta las características de cada presa, resulta muy complicado tener una estimación razonable del riesgo real generado por cada una de ellas.
Existen modelos de base física que intentan modelar el proceso de rotura de una presa de materiales sueltos por sobrevertido, pero estos modelos se basan en la hipótesis de que la rotura se produce mediante una erosión progresiva. Esta hipótesis resulta aceptable para presas homogéneas tipo "todo-uno" o en presas de núcleos extremadamente grueso, pero se adaptan mal al mecanismo de rotura de las presas de escollera con núcleo central (o inclinado) o las presas de pantalla artificial. En estos casos, el mecanismo de rotura que prevalece es la "rotura estructural", fallando el núcleo de material cohesivo o la pantalla por agotamiento de la resistencia a cortante o por la flexión a que se ve sometido una vez que pierde el apoyo del espaldón. Relativamente al núcleo, este problema estructural es un reto en sí mismo, puesto que su modelación numérica requiere considerar una ley constitutiva adecuada al material cohesivo y, sobre todo, reproducir la fractura del mismo. Para abordarlo, por tanto, se requiere de avances en la investigación del proceso. |